‘Supervivientes 2022’: los concursantes aceptan estos retos por suculentas recompensas
Los concursantes de Supervivientes 2022 se enfrentaron este martes a una de las pruebas más típicas del programa, la llamada Mesa de las Tentaciones. Un reto en que cada uno de ellos, descubriría una ansiada recompensa, no obstante, para poder disfrutarla, antes tenían que cumplir un reto.
Anabel Pantoja fue la primera en enfrentarse a esta prueba. La concursante no se podía creer que la hamburguesa gigante que había encima de la mesa fuera para ella. Sin embargo, para poder comérsela, tendría que aceptar raparse la melena.
La sobrina de Isabel Pantoja no aceptó raparse. Sin embargo, finalmente cedió a cortarse la melena, «no, que va, que va. Raparme no, la melena sí negocio, raparme el cráneo no”, señaló la concursante antes de que Lara Álvarez diera el visto bueno a su petición.
El siguiente fue Nacho Palau. Para poder comerse la gran tarta de chocolate que le esperaba, tenía que comprometerse a ser el único concursante encargado en abrir los cocos y las almendras en la playa, además, no podría comerlos. Un reto que el concursante aceptó sin pensárselo.
¡CORTAMOS PELO! 💇♀️
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La recompensa de Yulen no podía ser otra que una comida de su madre. “¡Es el pollo de mi madre, Dios, qué rico! Mamá, te amo”, exclamó el concursante, que antes de degustar el plato, aceptó pasar toda la semana llevando únicamente un tanga.
Ana Luque fue la siguiente en descubrir su recompensa, un enorme bol de chuches, que aceptó a cambio de atar sus pies con unos grilletes y permanecer en silencio hasta nueva orden, comunicándose con sus compañeros tan solo a través de una pizarra.
Alejandro se rapa por dos pizzas. ¿Haríais lo mismo?
❤️ SÍ
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Alejandro Nieto se quedó sin palabras al descubrir que le esperaban dos pizzas en la mesa, pero antes, tenía que raparse. “Al uno”, negoció el concursante de Supervivientes 2022 con Lara Álvarez, que finalmente aceptó esta negociación.
El siguiente turno fue para Kiko Matamoros. El concursante se encontró con un flan y unas abundantes natillas. “¿Qué tengo que hacer? ¿Cortarme un brazo? Que me lo corten por aquí”, decía. “Jod* a los compañeros y el problema es para ellos porque acepto”, señaló Kiko tras aceptar la recompensa a cambio de ser el único encargado de la pesca.
Ignacio de Borbón fue el último en conocer su recompensa. El concursante se quedó un poco desilusionado al ver el plato de canelones en la mesa. “Me gustan pero al lado de ese pedazo hamburguesón…”, señaló. Finalmente, aceptó vivir a ciegas durante los próximos días para poder comerse los canelones.
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